Análisis | Eliminatorias: Sudamérica
Diego Du Pont (@diegumdupont)
Argentina:
Sin sufrimiento no hay clasificación
El
sufrimiento vivido esta eliminatoria por parte de la selección argentina fue el
miedo de quedar fuera como en aquel "verano del 69" de la Bombonera.
Si bien intentaron cambiar la historia volviendo a jugar allí ante Perú en la
penúltima fecha, Argentina logró recién la clasificación de manera agónica en
Quito, remontando el marcador de 0-1 a 3-1 gracias a Leo Messi. Fue una gran
crisis la que llevó a la albiceleste a jugarse la vida luego de años. Una serie
sorpresiva de derrotas (como el 2-0 ante Bolivia y el 1-0 ante Chile en Buenos
Aires), cambio de técnicos (Gerardo Martino a Jorge Sampaoli) y solo 5 goles
marcados en la segunda vuelta de la ronda clasificatoria (hasta la última
fecha) dejaron a Argentina al borde del abismo. Abismo del cual Leo Messi, tal
como en el mundial del 2014, apareció para devolverle al cuadro rioplatense el
boleto que no lo pierden desde 1974.
Colombia: Un
cupo para un equipo constante
La selección
Colombia inició la eliminatoria con buen pie, al vencer a Perú por 2-0 en
Barranquilla. Un equipo con una delantera de temer liderada por James
Rodríguez, Carlos Bacca, Radamel Falcao, entre otros, lograron hacer una gran
campaña al romper rachas como vencer a Venezuela luego de 10 años, y a Ecuador
en Quito. Si bien la clasificación colombiana no estuvo segura hasta la fecha
final debido a la sorpresiva derrota en casa ante Paraguay, Colombia nunca bajó
de la zona de clasificación en las últimas seis fechas. Un equipo constante,
formado en una generación que conoció que es ir al mundial desde el 2014 se
encuentra lista para ir a Rusia 2018. Claro está que Colombia ahora estará en
el bombo 2, alejado del tercer puesto que lo llevó a ser cabeza de serie en el
mágico mundial del 2014 para el cuadro cafetero.
Perú: El
sueño del que no quieren despertar
Hablar de
Perú es hablar de sueños logrados. La escuadra de Ricardo Gareca logró romper
con los maleficios y buscó encontrarse como un equipo unido. Si bien no tuvo un
arranque soñado, el equipo fue otro a partir de la Copa América Centenario. Un
equipo totalmente formado y unido logró romper con maleficios: Vencer a
Paraguay en Asunción por 4-1 en una de las noches mágicas para el fútbol
peruano (tras ir abajo 0-1 hacia el final del primer tiempo), lograr una
victoria luego de años ante Uruguay en casa y vencer a Ecuador en Quito por
2-1, consiguiendo vencer por primera vez en aquella ciudad marcaron el camino a
Rusia. La blanquirroja no tuvo reparos en hacer sufrir a Argentina,
recordándole aquel "Verano del 69" de "Cachito" Ramírez y
jugando en la Bombonera. Un resultado apretado que logró llevar a Perú a jugar
la última fecha con vida. Un Guerrero que "olvidó" un tiro libre
indirecto llevó a la blanquirroja jugar la repesca ante Nueva Zelanda. Sin
embargo, el equipo quedó mermado por la ausencia del mismo por un resultado
adverso en el dopaje para la repesca, en la cual Perú logró la ansiada
clasificación en Lima, tras vencer por 2-0 y así llevarse el boleto, luego de
35 años. La blanquirroja se lleva una campaña digna para un documental de Netflix.
Paraguay:
¿Será el momento del recambio?
La albirroja
es uno de los equipos que tenía la necesidad de buscar la clasificación luego
de no haberlo logrado en el 2014. El equipo comandado al principio por Ramón
Diaz inició con buen pie al haber vencido por la mínima a Venezuela de visita,
y obteniendo buenos resultados (excepto aquella derrota en Lima por la mínima).
Sin embargo, tras el fiasco de la Copa América Centenario, en la que solo logró
un punto y el posterior cambio de entrenador por Francisco "Chiqui" Arce,
la selección paraguaya empezó a acumular una serie de derrotas: 4-0 ante
Uruguay, 0-1 ante Colombia y el infame 4-1 ante Perú de local. Si bien la
albirroja intentó mejorar a través del intercambio generacional de Arce,
intentando reemplazar a los ya famosos Roque Santa Cruz, Cardozo, Haedo Valdéz
o Da Silva con jóvenes como Almirón y los hermanos Romero, la escuadra no logró
encontrarse como tal y buscó agónicamente la clasificación ante la vinotinto en
la última fecha; empero, aquella derrota por 1-0 los dejó fuera. Quedan muchas
cosas de cara al futuro de la selección paraguaya, pero sobre todas las cosas,
debe quedar la búsqueda de lograr formar un equipo nuevo, sólido y colectivo,
que logre buscar superar aquella hazaña hecha en Sudáfrica 2010 en (¿Por qué
no?) en Catar 2022.
Ecuador: De
la gloria al sufrimiento en 5 fechas
Si hubieramos
hablado de Ecuador en la fecha 4, la tricolor era el candidato de todos para
llevarse uno de los cuatro boletos directos al mundial de Rusia. Había ganado a
Argentina en casa y tenía cuatro victorias logradas en 6 fechas. Sin embargo,
la tricolor se llenó de incidentes extrafutbolísticos que mancharon los
vestidores dirigidos por Gustavo Quinteros, tal como la salida a una fiesta de
varios jugadores ecuatorianos un día antes del duelo ante Argentina. Una
seguidilla de derrotas, especialmente en una casa que habían logrado convertir
en un bastión inflanqueable para los demás países por la altura de Quito,
además de no lograr sumar puntos fuera dejaron a Ecuador fuera del mundial,
luego de haber asistido a la cita mundialista la vez pasada. Dolor grande para
una selección que apuntaba a ser más y terminó siendo menos hacia el final del
torneo.
Gabriel Hidalgo (@gabohidalgoh)
Brasil:
Pentacampeón a paso firme
La selección brasileña llegará a Rusia como un firme candidato al título.
Empezar por esa aseveración tras una eliminatoria con final sublime. Las
primeras seis fechas –dos victorias, tres empates y una derrota– generaron
turbulencia en la Confederación Brasileña, generando el despido de Dunga de la
dirección técnica. Los fracasos en las dos ediciones de la Copa América, fueron
fuertemente criticados. La llegada de Tité –campeón de la Libertadores y del
mundial de Clubes con Corinthians en 2012– significó un cambio de identidad
para la máxima ganadora de mundiales. A partir de su llegada: 10 victorias y 2
empates en 12 partidos, derrochando un juego vistoso y ofensivo producto de sus
grandes individualidades. Las aguas se calmaron en poco más de un año, bajo el
mando del entrenador también campeón de la Copa Sudamericana con Internacional
en 2008. Neymar, Gabriel Jesús y Coutinho se consolidaron frente a un combinado
nacional que buscará la redención en Rusia, con el aún vigente recuerdo de la
goleada en contra en las semifinales de su mundial. El penta llegará al mundial
a paso firme. Y parece que pocas selecciones, podrán hacerle frente.
Uruguay: la eliminatoria de la estabilidad
Si hubo una selección sólida a lo
largo de la eliminatoria más difícil del planeta, fue la de Óscar Washington
Tabarez. El país dos veces campeón del mundo llegará a su tercer mundial consecutivo
–cuarto en total, sumando la edición de Italia 1990– bajo el mando del
histórico entrenador charrúa. Durante las 18 fechas, Uruguay se mantuvo entre
los cuatro primeros, posicionando un recambio generacional para los años más
cercanos: el éxito de la Sub-20 en el mundial generó la llegada de jóvenes
promesas a grandes equipos. Junto a la consolidación de otras un poco más
grandes, como Matías Vecino, Diego Laxalt, Giorgan De Arrascaeta y Diego Rólan,
los celestes llegarán a Rusia en medio de un auge de nivel que vale la pena
resaltar. Comandados por Luis Suárez y Edinson Cavani, Uruguay emprenderá el
camino en una nueva cita mundialista con el objetivo de siempre: volver a
levantar una copa, como hace casi 100 años.
Chile: la bicampeona de América tocó fondo
Los títulos de
Copa América en 2015 y 2016, generaron un auge sin precedentes para el fútbol
chileno. Sus principales figuras –Arturo Vidal, Claudio Bravo y Alexis Sánchez–
se consolidaron en equipos de primer nivel en Europa. El legado de Marcelo
Bielsa, se consolidó bajo el mando de Jorge Sampaoli, pero su salida tras el
triunfo en casa, generó un fuerte resquemor hacia la figura de Juan Antonio
Pizzi. Los métodos de trabajo, intensidad táctica y comunicación con la prensa
cambiaron. Quizá todo se maquilló con el título en Estados Unidos, pero la
selección mostraba niveles colectivos paupérrimos, afianzándose a lo que sus
figuras pudieran hacer. El bajo rendimiento de las inferiores en todas las
categorías, enardeció a un país que veía como la “generación dorada”, se
quedaba sin una sucesora de nivel. El TAS, Perú, Bolivia y pare usted de
contar. La goleada en el último partido frente a Brasil simbolizó el final de
un ciclo que, desde aquel poste de Mauricio Pinilla en 2014, vivió éxito tras
éxito. Chile, la vigente bicampeona de América no jugará el mundial. Lo que
puede, en los mejores términos posibles, significar una reestructuración de
todo el fútbol chileno. Catar está aún bastante lejos, incluso mucho después de
la próxima Copa América de 2019. Pero en el país austral comenzará un cambio
bastante profundo, empezando por el principal punto por el que se rige este
deporte: encontrar una identidad de juego.
Venezuela: la consolidación de un proyecto con
miras a Catar
La Vinotinto
se quedó sin chances de ir a Rusia mucho antes que cualquier otra: tras
acumular solo 1 punto en las primeras seis jornadas, se produjo la salida de
Noel “Chita” Sanvicente de la dirección técnica. La llegada de Rafael Dudamel,
la posterior buena actuación en la Copa América Centenario y el inalcanzable
subcampeonato del mundo sub-20 en Corea del Sur, afianzó el sentir de una
renovación en el vestuario de una selección que jamás ha ido a un mundial. Jugadores
como Franklin Lucena, Maestrico González, Luis Manuel Seijas, Jeffren Suárez y
Ronald Vargas, fueron sustituidos en el nuevo ciclo por Yangel Herrera, Jhon
Murillo, Juan Pablo Añor, Adalberto Peñaranda, Darwin Machís, entre otros.
La nueva
camada que lleva años desarrollándose en Europa, junto al talento emergente –Wuilker
Fariñez, Yeferson Soteldo, Sergio Córdova– de una liga que cada vez crece más,
conllevan a la creación de una nueva generación de futbolistas venezolanos. Otros
tantos como Salomón Rondón, Josef Martínez y Tomás Rincón, se afianzaron como
los jugadores más experimentados de un combinado vinotinto que no tiene otro
objetivo que competir de cara a Catar. Empates frente a Colombia y Uruguay en
casa, y Argentina en el Monumental de Buenos Aires, junto al triunfo en
Asunción frente a Paraguay en la última jornada, avalan un proceso de
transición generacional. Pero los resultados sistemáticos y una sólida
identidad de juego, deben llegar cuanto antes.
Bolivia: otra eliminatoria de incertidumbre
Si hay una
selección que ha estado fuera de la contienda en las últimas eliminatorias, es
la boliviana. 12 derrotas en 18 partidos, como reflejo de un equipo que no
encontró variantes de nivel en el torneo local. Tres entrenadores –Julio César
Baldivieso, Ángel Guillermo Hoyos y Mauricio Soria– en todo el proceso
mundialista como fiel reflejo de los problemas extradeportivos que sufrió la
federación altiplánica. Dos victorias en todo el premundial –ante Venezuela y
Paraguay en casa– fue lo poco que pudo rescatar el combinado boliviano, que
verá un sexto mundial consecutivo por la televisión.
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